miércoles, 17 de abril de 2013

Las 4 Nobles Verdades



La razón por la qué la penetración de las Cuatro Nobles Verdades puede conferir esta nobleza de espíritu inmutable, está implícita en las cuatro tareas que las nobles verdades nos imponen. Tomando estas tareas como nuestro reto en la vida, -nuestro reto como seguidores del Iluminado-, desde cualquier etapa de desarrollo en la que nos encontremos en principio, podemos avanzar gradualmente hacia la penetración infalible de los nobles.

La primera noble verdad, la verdad del sufrimiento, debe ser totalmente comprendida: la tarea que se nos asigna es la comprensión completa. El sello distintivo de los nobles es que ellos no fluyen irreflexivamente con el río de la vida, sino que se esfuerzan por comprender la existencia desde adentro, tan honesta y completamente como sea posible. Para nosotros, también, es necesario reflexionar sobre la naturaleza de nuestra vida. Debemos intentar comprender el significado profundo de la existencia, limitada por un lado por el nacimiento y por el otro por la muerte, y sometida entre estos dos puntos a todo tipo de sufrimientos descriptos por el Buddha en sus discursos.

La segunda noble verdad, el origen o causa del sufrimiento, implica la tarea del abandono. Un noble es tal porque ha iniciado el proceso de eliminar las impurezas mentales que causan el sufrimiento, y nosotros también, si aspiramos alcanzar el nivel de los nobles, debemos estar dispuestos a resistir el señuelo seductor de las impurezas mentales. Mientras que la erradicación del deseo puede ocurrir únicamente con las realizaciones supramundanas, aun en el curso de la vida cotidiana mundana podemos aprender a frenar las manifestaciones más burda de las impurezas, y por medio de la aguda auto-observación podemos desatar gradualmente su garra de nuestros corazones.

La tercera noble verdad, la cesación del sufrimiento, implica la tarea de la realización. Aunque el Nibbana, la extinción del sufrimiento, puede únicamente ser confirmado personalmente por los nobles, la confianza que ponemos en el Dhamma, como nuestra guía en la vida, nos muestra lo qué debemos seleccionar como la aspiración final, como la base definitiva del valor. Una vez que hemos comprendido el hecho de que todas las cosas condicionadas en el mundo, siendo insubstanciales e impermanentes, nunca podrán darnos satisfacción total, podemos dirigir entonces nuestra aspiración al elemento incondicionado, el Nibbana, lo Inmortal, y hacer de esa aspiración el pilar alrededor del cual ordenamos nuestras elecciones y asuntos cotidianos.

Finalmente, la Cuarta Noble Verdad, el Noble Óctuple Camino, nos asigna la tarea de desarrollo. Los nobles han alcanzado su condición por haber desarrollado el camino óctuple, y mientras sólo los nobles están asegurados que nunca se desviarán del camino, las enseñanzas de Buddha nos dan las instrucciones minuciosas que necesitamos para seguir el camino que culmina en el plano de los nobles. Éste es el camino que da luz a la visión, que da luz al conocimiento, que conduce a la comprensión más alta, a la Iluminación y al Nibbana, la realización culminante de la nobleza.

domingo, 14 de abril de 2013

4 Leyes de la Espiritualidad...


La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta",
es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las
personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por
algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
 
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas
podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más
insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera
sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber
pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y
sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden
en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se
resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:
"En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos
preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí
cuando comenzará.

Y la cuarta y última:
"Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por
lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos
con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si
este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados
para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar
equivocado!


domingo, 7 de abril de 2013

Aliviando el Dolor


Cómo podemos aliviar tanto Dolor? La respuesta a esta pregunta sólo tú la tendrás ya que serás tú quien decida dejar de sufrir. Es de Almas Grandes sentir Dolor por la muerte de un Ser Humano y por que NO de cualquier Ser Vivo, debemos de cumplir el duelo que creamos necesario pero este duelo NO debe de alejarte de todas aquellas personas que te Quieren igualmente y desinteresadamente. No dejes que la Rabia que te causa la perdida de ese Ser, se convierta en odio hacia muchas personas que ingenuamente tratan de ayudarte a salir de este Dolor. Lo mejor seria que como un Ser Consciente y Agradecido le digas a esas personas que vas a estar bien y que agradeces todo su interés, recuerda que todos hemos pasado por una perdida pero no aceptamos estar en primer plano, lo que significa que alguna vez pudimos consolar a una persona que pasaba por una perdida pero no supimos que decir, ahora deja que esas palabras lleguen a tu Vida para que puedas decir: se que mis palabras son escuchadas por tu razón pero lamentablemente no puedo entrar en tu Corazón hasta que abras las puertas de la Aceptación y así poder recibir consuelo.