jueves, 3 de diciembre de 2020

QUÉ NOS ESTA ENSEÑADO EL CORONAVIRUS

 

En tiempos de pandemia el coronavirus nos ha enseñado que el rey ha tenido que dejar su corona para comenzar a ser más humilde y ser más humano. Hoy en día vemos cómo hemos aprendido a dar y a compartir, desprendiéndonos del egoísmo y la avaricia; solo así podemos comprender que nada tenemos y nada nos llevaremos. Quienes se aferran a continuar con las mismas prácticas del pasado, haciendo las mismas cosas de siempre, desesperados por tener más en vez de aceptar que se nos está enviando un mensaje a nuestro inconsciente. El ser humano por excelencia está acostumbrado a las rutinas, costumbres y vicios, sin saber qué muchas de esas cosas adquiridas por gusto, los están llevando a una encrucijada sin salida, al menos que comiencen a tomar conciencia y ver que la vida se nos puede ir en un suspiro. Quién sabe que cosas más tengan que pasar en nuestro mundo para darnos cuenta que lo único que tenemos valioso es la relación familiar que hemos creado con personas que estarán pendientes de nuestro proceso que aún está vigente.

Todo en la vida tiene solución si decidimos renacer en una nueva conciencia, llena de amor, creatividad, e ilusiones. Por último y menos importante el querer aferrarnos y enfocarnos solo en la materia. 

(Fany Bonilla)

Tarologa, terapeuta y sanadora espiritual.

lunes, 20 de abril de 2020

PLAGA MUNDIAL

Ante el coronavirus el ser humano se convierte en una plaga que se resiste  a cambiar sus hábitos, estilos de vida  o actitudes.
El miedo de perderlo todo ha hecho que los seres humanos acumulen cosas tan insignificantes, que se desprenden de sus vidas para obtener lo que les gusta o les falta.  Vivimos en una sociedad consumista y de apariencias. No reparamos en lo mínimo para obtener lo que queremos, olvidando los principios de fraternidad y de libertad. Estamos siendo esclavos de nuestras decisiones y caprichos, sin importar las consecuencias que estás nos causen. Vivimos en un mundo acelerado y no nos detenemos un instante para pensar que estamos haciendo mal. Respondemos a una elite egoísta, donde no nos importa hacerle daño a quienes nos rodean.  
Ante una situación catastrófica en la vida, buscamos cualquier explicación o excusa por más absurdas que estas sean para justificar nuestra forma de ser o vivir. No tomamos conciencia de los mensajes y señales que nos presenta la vida, limitándolos a simples infortunios en la misma. Vivimos en un mundo de ilusiones, caprichos, presunción, soberbia, críticas y envidias. Rehusamos el conformismo como estilo de vida, nos volvemos consumistas hasta de nuestro propio ser. Ante el más mínimo llamado de advertencia en nuestras vidas, buscamos una explicación o excusa para justificar nuestros errores o fracasos. No nos detenemos a pensar en lo que hicimos o estamos haciendo mal. La naturaleza es sabia y siempre nos envía mensajes de advertencia, pero por estar ocupados en nuestras obligaciones adquiridas, nos olvidamos de todo, hasta de saber vivir. Somos máquinas del tiempo, vivimos por vivir, sin apreciar las cosas buenas de la vida y que muchas veces no tienen precio. 
Le damos color a las cosas más insignificantes, que nos inflan el ego,  pero nos vacían el alma. El ser humano al estar en peligro de muerte hace un alto en su vida, piensa en lo que estaba haciendo mal y automáticamente lo desecha de su mente pero no de su alma. Vivimos consumiendo todo lo que vemos, todo lo que nos gusta y hasta lo que no podemos, sacrificando nuestra propia esencia. 
Al estar encerrados en nuestro propio entorno, vemos que la felicidad no es tener de más, la felicidad es tener lo necesario para poder vivir. El tiempo se ha detenido a nuestro lado, vemos que se puede vivir con lo necesario. Estamos convencidos de que muchas de nuestras familias que ya no están, quisieran estar a nuestro lado también, para mostrarnos que no hay nada más valioso que convivir en armonía con la naturaleza y con cada ser que nos rodea. 
La vida continúa sin detenerse, ahora que has hecho un alto en tu vida, te has preguntado qué pasaría si en vez de que un virus ataque nuestro sistema inmunológico, este atacara nuestro sistema de comunicación virtual. La historia sería distinta causando una gran hecatombe.
En el silencio de tu ser interior, respira y mira más adentro de tu ser. Descubrirás a ese niño o niña que jugaba y se alegraba sin tanta vanidad. Lo que nunca has tenido, nadie te lo dará y al tratar de conseguirlo caerás en el egoísmo que no permite darte cuenta que nada te pertenece si no lo compartes con los demás. 
Recuerda vaciar la mente y llenar el alma para seguir respirando.
(Fany Bonilla)
Tarologa, terapeuta y sanadora espiritual.

domingo, 5 de abril de 2020

CONSECUENCIAS DEL CORONAVIRUS



Presos en nuestras propias casas, bajo un mismo planeta llamado tierra. Muchos seres humanos sienten la necesidad, otros la angustia de no poder saber cuando acabará esta pandemia. Vivimos acostumbrados al conformismo, viviendo como muertos esclavos del trabajo a la casa o de la casa a los placebos de la vida! Buscamos siempre algo que hacer para no estar aburridos en nuestros hogares y mas ahora que nos sentimos en una prisión. La comunicación, la convivencia social y familiar logran un efecto auto sanador, pero nos hemos acostumbrado a la soledad, siempre y cuando estemos conectados con las nuevas tecnologías de comunicación. Qué pasaría si en nuestro planeta hubiese un cortocircuito y todas las comunicaciones llegaran a colapsar? Cómo sería nuestro mundo aislado ahora si! Aunque en realidad no lo sería porque estaríamos rodeados de nuestros seres queridos y amistades! Pero realmente, qué está cambiando en nosotros con este confinamiento? Nos damos cuenta que somos tan codependientes de nuestros placeres y vicios. Encerrados en nuestro propio territorio nos sentimos extraños, nos volvemos agresivos, no soportamos la presencia del otro porque nunca habíamos prestado tanta atención como hasta ahora. Este confinamiento nos obliga a ser más tolerantes, a no jugar con los sentimientos de la otra persona. A ser cada día mas conscientes y ver que no tenemos nada comprado; darnos cuenta que solo el amor hacia nuestros semejantes hará que soportemos este encierro, vicio y sobre todo, la realidad en que vivimos. Sentimos que todo nos lo merecemos y nos damos cuenta que en la vida, en las catástrofes (enfermedades), todo nos es dado por un inmenso amor hacia la humildad. No destruyamos nuestro mundo que es nuestro propio espacio. Deja de hacer lo que estás haciendo ahora y por una vez en tu vida, dile a esa persona que está contigo a tu lado, lo importante que es para ti! Recuerda que ellos también están sufriendo y sienten que están perdidos en su propio mundo! Si no puedes decírselo en persona, toma el teléfono y llámale ahora. Te aseguro que te lo agradecerá con toda su alma. Comencemos a hablar entre nosotros y dejemos de lado los mensajes de textos y todo medio digital que nos mantiene todavía aislado.
El mundo está cambiando, ayúdalo a cambiar con buenas acciones y verás que todos seremos aún mucho mejor! 
La decisión es tuya, no pierdas tiempo para tomar conciencia! 
(Fany Bonilla)
Tarologa, terapeuta y sanadora espiritual.


viernes, 3 de abril de 2020

CONFINAMIENTO POR EL VIRUS


La mayoría de las personas creen que el hecho de resguardarse es suficiente para evitar el contagio, que grave error! En la actualidad no basta con detenernos y esperar que todo vuelva a la normalidad. 
Lo cierto es que nada volverá a ser igual, muchas cosas cambiarán en nuestro acontecer vivir. El hecho de que nos resguardemos o nos aislemos no significa que es para seguir con nuestro mismo estilo de vida. Se necesita hacer un cambio profundo que implique responsabilidad ante los desafíos que vivimos a diario. Casi el 90 por ciento de toda nuestra población habrá adquirido el virus, unos no lo sentirán, otros se verán afectados con síntomas y en el peor de los casos algunos serán vencidos por este virus. No sigamos pensando que después de esta pandemia mundial, las cosas seguirán siendo igual. Es el momento que te vayas preparando para asumir una nueva conciencia, es el momento de eliminar lo que te perjudica, lo que no te sirve para vivir. Es tiempo de que tomes control de tu vida y dejes aún lado todas aquellas dependencias que te impedían ver la vida en su máximo esplendor.
Recuerda que la vida nunca será un problema, más bien es la solución a todos nuestros problemas.
Renaceremos en una nueva conciencia y es de esa forma que conoceremos el despertar de la conciencia.
(Fany Bonilla)
Tarologa, terapeuta y sanadora espiritual.

lunes, 30 de marzo de 2020

VIRUS DEL MAL!

¿Qué enseñanza nos está dejando la pandemia mundial del Coronavirus?
A modo de reflexión, estamos sintiendo y viviendo lo que la pandemia ha logrado llegar hasta el lugar más recóndito de nuestras vidas. Todas y cada una de nuestras formas de ser en nuestro carácter y proceder, se han visto mermados a tal punto que debemos de comenzar a ser más humildes y menos orgullosos. Tener siempre presentes las palabras “Gracias, por favor y perdón” 
Estamos en el planeta tierra, para aprender. Somos seres humanos que nos equivocamos y cometemos errores, los cuales podemos rectificar, si reconocemos los mismos. Creíamos ser invencibles, y todo lo enfocábamos al poder económico, pero nos dimos cuenta en este estado crítico, qué no tenemos la vida comprada. Mirábamos los problemas de los demás de manera indiferente, no nos deteníamos ante dolor y el sufrimiento de la tierra. Fuimos bestias que con tal de satisfacer nuestros más bajos instintos, disfrutábamos del placer animal. El dolor de las otras especies no eran nuestros problemas, igual que ahora tampoco lo es! Existen animales en cautiverio, otros ya no existen por depredadores, dueños de industrias y grandes marcas. Ahora todo eso pasa a segundo plano. Se acabaron los lujos, la soberbia, los vicios, la codicia, etc. Hoy día estamos comenzando a ver la vida desde el otro ángulo, sabiendo que algún día ya no la tendremos. Es tiempo todavía de reflexionar y de analizar nuestro proceder a lo largo de esta vida. No es momento para lamentarnos y seguir siendo indiferentes. Ahora estamos en un lugar, donde lo que más importa, somos nosotros y los que están a nuestro lado. Deja por un momento lo está estás haciendo y reflexiona por el bien de la humanidad y su continuidad.
(Fany Bonilla)
Tarologa, terapeuta y sanadora espiritual.

lunes, 16 de marzo de 2020

PANDEMIA “EL VIRUS”

Un virus que nos obliga a permanecer en casa con la intención de que tomemos conciencia.
Eso es lo que conocemos como la resurrección de los muertos. Seres humanos que viven el día a día, sin importar lo que tengan que hacer para conseguir dinero y poder subsistir. Esta pandemia mundial trae consigo una histeria colectiva para poder sobrevivir ante la búsqueda de materiales y productos que nos permitan consciente o inconscientemente seguir en este planeta tierra. Planeta que sufre por la depredación humana, carente de sentimientos ante el dolor animal y su naturaleza, naturaleza que vive y respira a través de sus pulmones. El pánico ha convertido en presa fácil a todos los ciudadanos mundialmente vulnerables, que a decir verdad son la gran mayoría. Vivimos en un mundo generalizado, donde todo lo hemos convertido en moda, pero esta vez, no queremos ser igual a los demás países que sufren por tantas pérdidas humanas. La súper población es un indicativo de que nos multiplicamos exponencialmente al igual que este virus. ¿Qué nos toca hacer como seres humanos pensantes y conscientes? Una difícil pregunta, cuando nos hemos acostumbrado a vivir por vivir y no detener la mirada ante el vecino, el amigo o un familiar. Hemos sido tan egoístas y no nos dimos cuenta que formamos parte de una ciudad, un país o un planeta. Aún con la pandemia nos hemos vueltos más egoístas y queremos solo salvarnos nosotros. Hemos acaparado la gran demanda de productos e insumos que nos permiten seguir con vida y así evitar contagiarnos. Es difícil que esto no pueda suceder porque lo que más mata a una sociedad es el miedo a perderlo todo. No fuimos preparados para perder, por eso el dolor y la angustia nos embarga. Hoy se sigue siendo egoísta y sólo se busca la propia salvación. Una salvación que ni las iglesias están preparadas para afrontarlas. Debemos de saber que el juicio final ha comenzado y no es coincidencia que aunque estemos en peligro de muerte, no dejamos de un lado el egoísmo, los vicios y los malos hábitos en todos los sentidos que solo han traído destrucción al ser humano. No estamos dispuestos a perderlo todo y por ello no estaremos preparados para ganar nada. Las guerras y batallas se ganan siendo conscientes de que nada es nuestro y nada nos pertenece. Debemos de ver que las guerras y las conquistas de los seres humanos entre ellos mismos es una simple torpeza para demostrar quien tiene el poder. Los lideres mundiales han comenzado una encrucijada por el poder, convirtiéndonos en sus conejillos de india. El virus ha sido diseminado y con ello se ha creado una pandemia que nos ha obligado a resguardarnos en nuestros hogares, haciendo un buen uso de nuestras reservas materiales y emocionales. Seremos capaces de contenernos por algún tiempo? Seremos capaces de dominar hasta nuestro más bajos instintos? El virus ya está en el aire, defendámonos y eliminemos todo lo malo que respiramos. Ha llegado el momento de cuidar nuestra casa que es nuestro propio cuerpo. Las catástrofes mundiales nos obligan a tener un cambio de conciencia. Realmente estás preparado para dominar tu ego? Crees que lo que les afecta a los demás, no te afectará a ti. La resurrección de los muertos vivientes ha comenzado y con ello, el despertar de una nueva conciencia en cada ser humano. Recuerda que: “La vida no es un problema, sino la solución a todos nuestros problemas” 
(Fany Bonilla)

Tarologa, terapeuta y sanadora espiritual.

martes, 28 de enero de 2020

EL MAESTRO DE LA SALUD ES LA ENFERMEDAD

Un nuevo ciclo, una nueva experiencia. 
Todas las afecciones o problemas en la vida son creados por el ego e ignorancia del ser humano. No aprendemos de las pruebas de la vida y en vez de doblegarnos nos volvemos cada vez más soberbios, ególatras y tercos. Nadie tiene la culpa de los errores de los demás y muchas veces no asumimos las consecuencias de las mismas. 
La consecuencia de ir a mil por hora en la vida, se convierte en una afección o un accidente que se materializa en el cuerpo y en la salud mental. 
En una pareja se debe de afrontar juntos la solución del problema y no ser egoísta, pensando que todo está perdido o se tiene miedo de perderlo todo. La vanidad y nuestra manera de vivir día a día nos hace siempre una mala jugada. No queremos que nadie controle nuestras vidas pero queremos seguir controlando la de los demás. Ser sencillo y humilde es un punto vital para nuestra sanación, desprendiéndonos de lo material. (Quién no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada). No debemos demostrarle a nadie nuestra fortaleza o flaqueza, está surge de uno y se refleja en la aceptación de qué, para poder ayudarnos debemos aceptar ayuda en los cuatro niveles de conciencias (Material, Creativo, Intelectual y Espiritual). Quien quiere llegar, busca caminos, y quien no quiere cambiar, busca excusas y pretextos para no aceptar la realidad de nuestros propios problemas. 
(Fany Bonilla)
Terapeuta y consejera espiritual 

sábado, 11 de enero de 2020

CUANTO TIENES, CUANTO VALES


En un viaje donde se busca el contacto con la naturaleza y la humildad, vienen a mis pensamientos, sentimientos de tristeza por el orgullo y la arrogancia de quienes van en busca de la sabiduría y el despertar de la conciencia. Seres humanos como muertos vivientes, buscan desesperadamente la Paz interior, donde la guerra constante se realiza a fuego cruzado entre sus pensamientos y sus emociones. 
He descubierto que la Paz interior no la puedes buscar cuando uno se aleja de los sentimientos y solo vive de sus pensamientos.

Te das cuenta que la vida es demasiado cara cuando te enfermas. No la desperdicies comprando problemas, resentimientos, ni mucho menos odio. Gasta la vida comprando felicidad y verás que valdrá la pena morir felizmente amando.